La Isla de Bowen, del escritor César Mallorquí, ha resultado ganadora del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2013, que otorga el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
El jurado reconoce con este galardón la calidad de un texto que recupera para el lector juvenil las esencias de la más pura aventura, y que desde la trama y los personajes remite inevitablemente a los escenarios y las vicisitudes que dieron forma a los relatos de maestros clásicos del género como Verne o Salgari.
Cesar Mallorquí nació en Barcelona, aunque cuando contaba apenas un año su familia se trasladó a Madrid. Estudió periodismo y desde 1970 trabajó en diversas publicaciones, entre ellas la mítica revista La Codorniz. En 1980 cambió el periodismo por la publicidad y durante una década trabajó como creativo en diversas agencias. En 1991 regresó al mundo de la literatura (que había abandonado durante su etapa de publicitario) al que se dedica de lleno desde 1996.
Su carrera está jalonada por numerosos y diversos reconocimientos. El cosechado ahora por esta última novela, que viene avalada por premios como el Edebé de Literatura Juvenil y el que otorga El Templo de las Mil Puertas, amén de su inclusión en la Lista de Honor del IBBY (International Board on Books for Young People) 2014, supone un más que merecido tributo la extensa y exitosa producción literaria que el autor ha venido desarrollado para los jóvenes.
En la Isla de Bowen es un relato hilado a base de una combinación inteligente de aventura, misterio y ciencia ficción en la que se mueve un catálogo de personajes excelentemente construidos. El resultado cumple a la perfección con una de las premisas bajo las cuales Mallorquí concibe la creación literaria, y que resumía hace años en estas palabras: «Estoy convencido de que leer debe producir placer, y de que el peor pecado de un escritor es aburrir».